Cuando escuché esto estaba en un momento de muchas dudas.  No sabía hacia dónde dirigir mi carrera y consideraba en ese momento también la loca idea (para muchos) de hacerme independiente.  Sin duda el miedo me tenía paralizada y esperaba desarrollar el plan perfecto para moverme a la acción.   ¿Te suena familiar?

Podían pasar semanas y meses con mil ideas en la cabeza, pero ninguna la ponía en marcha, hasta que me encontré con esta frase

SOLO DA EL PRIMER PASO, NO TIENES QUE VER TODA LA ESCALERA

¡Y es que el plan perfecto no existe!  Es nuestro propio miedo el que se inventa estos planes, estas excusas, esta perfección, y hace que nos paralicemos. Una vez que te pones en marcha las cosas empiezan a tomar su rumbo y sin duda para cuando hayas avanzado un poco podrás conectar los puntos y entender cómo es que llegaste hasta donde estás.

Si no empiezas no habrá decisiones que tomar, acciones que realizar y no tendrás puntos que conectar porque estarás en el mismo lugar.

Quizá cuando pares y mires hacia atrás estés transitando un camino muy distinto al que inicialmente te imaginaste, o tal vez sea exactamente el que planeaste.  De todas formas, habrás avanzado, habrás salido de la inercia que te tenía atrapado, y sin duda te sentirás satisfecho de haber tomado acción sobre tu vida.

Dicen que el miedo es el gran destructor de sueños, dicen que los sueños mueren en el miedo.  Equivocadamente pensamos que las personas valientes no tienen miedo, que son estos guerreros que se enfrentan a todo y contra todo, y en ese pensamiento nos sentimos chiquitos, desvalidos, temerosos.

Los valientes sí tienen miedo, ¿y sabes qué?  Hacen lo que tienen que hacer a pesar de sus miedos, y eso los hace sentirse cada vez más grandes, más capaces y por ende más valientes.

¿Quieres empezar a sentirte valiente?  Enfrenta esos miedos, gana esas pequeñas batallas que poco a poco y con el tiempo te harán más fuerte.  Da ese primer paso con fé, aunque te mueras de miedo. Nada es peor que quedarte paralizado.

¿Qué harías si no tuvieras miedo?  ¿A qué te atreverías?  ¿Qué cambios implementarías?