¿Por qué te puedes estancar en tu carrera?
A cuantas personas conoces que fueron promovidos y cuando llegaron a la posición “el puesto le quedó grande” o simplemente “no la hizo”. Es muy común pensar y apalancarnos en lo que consideramos nuestras fortalezas. Empezamos abriéndonos camino profesional y desarrollamos ciertas competencias que finalmente nos dieron resultados y nos trajeron hasta donde estamos ahora, el ascenso, y con ello mayores responsabilidades.
Mientras vamos subiendo por la escalera profesional lo que separa a los buenos profesionales de los espectaculares por lo general son las habilidades blandas o conductuales, no las habilidades técnicas. Mira a tu alrededor, seguramente conozcas por ejemplo, un gerente financiero realmente bueno en lo que hace pero con habilidades interpersonales terribles. Difícilmente esa persona logrará ser el próximo gerente general.
Es natural que al tomar ese nuevo reto evaluemos la situación y nos comportemos a la luz de lo que ya conocemos, nos adecuemos en automático a la forma como hacemos las cosas. Muy pocas veces tomamos real conciencia que esas fortalezas que nos trajeron hasta donde estamos hoy tal vez no nos sirvan en donde estamos ahora. Por ejemplo, si eres una persona absolutamente orientada a la acción, sin duda eso te sirvió mucho para traerte hasta acá, pero si hoy estás asumiendo una posición de mayor liderazgo vas a requerir “desaprender” esa marcada orientación a la acción y empezar a ser más reflexivo, más estratégico y menos táctico. Probablemente si continúas siendo un gerente orientado a la acción entonces te quedes en esa posición por mucho tiempo hasta que te des cuenta que hay ciertas cosas que necesitas desaprender y otras que incorporar.
Normalmente llega un momento en el que nos empezamos a cuestionar qué está pasando que nos sentimos estancados, no logramos seguir avanzando, muchas veces habiendo dado saltos cualitativos importantes en el pasado. ¿Te has preguntado qué es eso que hasta hoy creías cierto en ti como una habilidad y que hoy te está frenando? ¿Sabes cuáles son esas características que necesitas desaprender y cuáles competencias empezar a incorporar?
Si queremos continuar el avance en nuestra carrera es fundamental hacernos una autoevaluación honesta, entender qué competencias o habilidades son requeridas para la nueva posición o para la posición que deseamos y de esas cuáles me son fáciles o las tengo a la mano, cuáles necesito desarrollar porque me cuestan más y la más difícil por la humildad que requiere: cuáles son esas habilidades que hasta hoy me han servido pero que ya no necesito más. En la honestidad de este análisis podremos desarrollar un plan que nos lleve a ser exitosos en este nuevo reto porque sin duda… lo que te trajo hasta acá no te llevará hasta allá.