Blog

¿Por qué no me contrataron? … Lo que sí puedo gestionar

recolocación

En el post anterior vimos algunos aspectos sobre las posibles razones de la no contratación que pueden NO estar bajo tu control.  Si no lo leíste te recomiendo que lo hagas acá.  Es fundamental en primer lugar poder diferenciar qué está en mis manos y qué no lo está, para luego poder analizar qué pude haber hecho distinto e incorporar los aprendizajes para una siguiente oportunidad.

He conversado con personas que luego de revisar su proceso de entrevistas se sienten hasta avergonzadas de las cosas que hicieron o dijeron.  El objetivo no es atormentarte, sino tomar la lección y pasar la página.

 

COMPARTO 5 RAZONES POR LAS QUE PUEDES NO RECIBIR LA PROPUESTA Y QUE SI ESTÁN EN TU CONTROL Y RESPONSABILIDAD MANEJAR:

 

1. Falta de preparación para la entrevista. 

Muchas cosas pueden suceder en una entrevista, desde llegar tarde, vestirte inapropiadamente, no tener idea a qué se dedica la empresa, entre muchas otras.  Es tu absoluta responsabilidad gestionar cada uno de estos aspectos.  Necesitas tener tus discursos preparados y practicados, hacer una investigación previa de la empresa, de sus objetivos, perfil de la persona que te va entrevistar, qué responder a preguntas difíciles, qué preguntar.  Necesitas revisar todo el proceso de entrevista de principio a fin y ocuparte de tener todos los detalles cubiertos.

 

2. No estás trabajando en tu red de contactos.

Como mencionamos en el post anterior, buscar trabajo supone una entereza emocional muy grande, y tal vez contactar a tus conocidos puede ser uno de los aspectos más retadores del proceso.  ¡No dejes de hacerlo!  Tener una persona adentro que pueda dar una buena recomendación sobre ti puede representar el que te den o no el puesto.  De hecho, la gran mayoría de empresas buscan recomendaciones primero entre sus colaboradores antes de salir a un headhunter o hacer la posición pública.  ¿Te quieres perder esa oportunidad?  En un proceso de búsqueda, cada vez que tú no contactas a alguien por las razones que fueran, hay alguien más que sí lo está haciendo.

 

3. No negociaste adecuadamente.

La empresa no conocía tu piso de negociación o sobredimensionaste tu potencial sueldo.  Es muy importante que hagas una investigación del sector, de las posiciones que estás buscando, no quieres que el proceso se caiga en la última etapa, peor aún enterarte luego que estabas dispuesto a aceptar lo que ofrecieron “a otra persona”.  Estamos acostumbrados a tener una cifra mensual en la cabeza, no lo hagas.  Acostúmbrate a hablar de tus expectativas salariales de forma anual y prepara un buen discurso que, de manera exitosa, te haga ver como una persona que está dispuesta a conversarlo (si ese fuera tu caso, claro).  Si estás por encima del presupuesto y propones una cifra anual, le estás dando a la empresa la alternativa de buscar otras formas de compensación que no necesariamente sean dentro de la planilla.

 

4. Hablaste de más o mal de tu anterior o actual jefe o empresa.

¡No lo hagas nunca … NUNCA!  Existen circunstancias que te puedan llevar a pensar que no hay manera de no hacerlo.  Pues la hay y tienes que encontrarla.  Hablar mal de tu antiguo jefe o empleador te hace ver poco profesional y tu interlocutor puede llevarse muchas interpretaciones negativas a partir de ahí.  Desarrolla un discurso corto, coherente, que te lleve a positivo inmediatamente.  Muchas veces por falta de preparación, terminamos hablando más de la cuenta y perdiendo esa oportunidad que tanto anhelamos.

 

 

5. No hiciste las preguntas adecuadas.

Por alguna razón pensamos que las entrevistas suceden de una sola vía: vamos, recitamos todo lo que somos, intentamos vendernos, y nos vamos.  ¿Cómo podemos saber más de la empresa si no preguntamos?  ¿Cómo podemos saber qué habilidades potenciar en la conversación si no escuchamos? Preguntas como: ¿Cuáles son las metas para la empresa este año? ¿Cuáles son los grandes desafíos para la posición?  ¿Qué esperan que esta nueva persona haga que en el pasado no se logró? ¿Cuál es la cultura organizacional de la empresa? ¿El estilo de liderazgo?, etc.  Preguntar no sólo te va a hacer ver más profesional e interesado en el puesto, sino que te va a permitir entender las complejidades que presenta la organización y cuál sería tu aporte para ellos, en otras palabras, por qué te contratarían a ti y no a otro.

 

Este artículo podría seguir con muchísimos puntos más.  Las razones por las que no te contrataron y que están en tu control pueden ser muchas y sólo tú tienes la capacidad de intuir qué es lo que necesitas reforzar.  Con investigación y preparación puedes mejorar tu desempeño y lograr entrevistas exitosas que te lleven a ofertas de trabajo concretas.

¡Muchas buenas energías en esta etapa!

¡Agenda una llamada de claridad y te contamos cómo lograr tu próximo trabajo en tiempo récord!

¡AGENDA ACÁ!