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¿Cómo venderme en el trabajo?

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“A veces tienes que tocar tu propio trombón”

Todos conocemos a esa persona en el trabajo que nunca pierde oportunidad de venderse, de hablar sobre lo bien que le fue y aprovechar todas las oportunidades para ponerse el foco encima y ser antipática y pedantemente exitosa.  Mientras tanto, estás tú, esperando que tu gran trabajo sea visto, esperando que alguien se dé cuenta de lo bueno que eres y te reconozcan.  ¿Suena familiar?

 

Lamentablemente ese cuento que escuchaste que “un buen trabajo se vende solo” es cosa del pasado, no te va a hacer ningún favor y te quedarás esperando ese reconocimiento, ascenso o aumento, que difícilmente llegará.  Te guste o no, venderte y vender tu trabajo es necesario en tu carrera.  No tienes que convertirte en esa odiosa persona que se pasea por la oficina hablando todo el día de sus genialidades, pero tienes que ser capaz de hacerles saber a tus compañeros y jefes lo que haces, lo bien que lo haces y los logros que estás teniendo.

 

Si no estás seguro cómo hacerlo, acá 4 consejos:

 

1. MIRA DIFERENTE LA MANERA CÓMO ESTÁS ENFOCANDO EL VENDERTE.

Si solo la idea de venderte te produce un nudo en el estómago, necesitas revisar y cambiar tu percepción urgentemente, sobre todo si tu perfil es moderado u odias tener el reflector encima.

Primero, es importante aceptar que el venderte es parte de tu carrera, así como cualquier otra competencia que ejecutas diariamente. Imagínate que eres un excelente producto, si no te haces publicidad con las personas indicadas, nadie lo sabrá.  Si piensas que es función de tu jefe darse cuenta de quién trabaja duro y genera resultados y quién no, estás equivocado. Tu jefe tiene muchos otros encargos y muchos otros colaboradores, es tu principal responsabilidad promocionarte.  Si te ayuda, míralo como mantener a tu jefe al tanto de tus avances, ¡búscalo y véndete!

 

2.IDENTIFICA TUS FORTALEZAS Y LOGROS

¿Parece sentido común, cierto?  Pues a veces el sentido común es el que menos tenemos presente. Antes de promocionarte es importantísimo saber quién eres como propuesta de valor, qué es lo que haces bien.  Cómo vender si no sabes qué vender… ¿Eres bueno gestionando equipos? ¿Eres excelente desarrollando procesos? ¿Superas siempre los resultados esperados?  Haz una lista de tus fortalezas y piensa en esos proyectos que has llevado de manera exitosa, ¿qué habilidades te ayudaron a lograrlo?

 

3. COMPARTE EL CRÉDITO CON EL EQUIPO

Muy pocos resultados exitosos vienen de hacer un trabajo de manera solitaria.  Date el tiempo de reconocer el esfuerzo de las personas que te ayudaron a lograr tus resultados. Algunas ideas:

  • Brinda a tu equipo reconocimiento explícito durante una reunión o mejor aún, frente a tu jefe; estarás felicitando al equipo, se sentirán bien y a la vez estarás haciéndole saber a todos sobre el resultado obtenido.
  • Invita a almorzar al equipo, así salga de tu bolsillo (la recompensa será mucho mayor que el costo).  Tu equipo lo apreciará y el resto de la oficina lo sabrá.
  • ¿No eres el jefe? Habla con el responsable del equipo para saber su apreciación sobre el proyecto y brinda crédito a las personas que participaron.  Este jefe notará tu capacidad de reconocimiento en otros.

 

4. PREPÁRATE PARA CONVERSACIONES CASUALES.

Yo sé, estás pensando: ¿conversaciones sin sentido ni objetivo?  ¿con todo lo que tengo por hacer?  Piensa en ellas como parte de tus deberes para lograr desarrollarte como esperas y generar aliados en las distintas áreas de tu empresa.

Si te cruzas con tu jefe en el ascensor o la cafetería y buscas inmediatamente el otro camino para así evitarlo, créeme, estás perdiendo oportunidades valiosísimas para promocionarte.  Las conversaciones casuales son gran parte de la comunicación que tienes en el trabajo.  No pierdas la oportunidad de conversar sobre un proyecto, las últimas noticias sobre tu sector, el reciente logro de tu equipo…  Estas pequeñas conversaciones te servirán para construir una excelente reputación.

 

 

Existen personas a las cuales les resulta fácil y natural venderse, a otras les cuesta muchísimo, no todos somos iguales y eso está bien.  Si eres de este segundo grupo, sólo piensa en esta habilidad como parte de tus funciones.  Esto no significa que tienes que ser el antipático de la oficina, sino encontrar formas sutiles de mantener al tanto a tus compañeros y jefes sobre tus proyectos y resultados.

 

Cuando puedas cambiar la forma en la que miras el venderte te darás cuenta que no es tan difícil como parece.  Si no te sientes cómodo con estas sugerencias piensa en alguien que admires de la oficina y mira la forma como él o ella hace esto.  Así como cualquier otra competencia que se mejora con la práctica, esta es una habilidad fundamental en tu desarrollo profesional, ejercítala.

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