Cuando recién empecé este camino independiente recuerdo que ofrecía sesiones de coaching a más o menos 15-20 dólares la hora… ¡sip! como lo oyes….

Poco a poco fui tomando confianza en mi y en lo que ofrecía pero recuerdo claramente que cada salto de precio se me hacía un mundo. Los labios me temblaban, las palabras se me atracaban pero al final lo lograba hacer.

¿Mi gran miedo? Perder clientes. ¿Lo que en verdad sucedió? ¡No perdí a ninguno!

A veces (o muchas veces) nuestra mente nos juega sucio y solo nos deja dando vueltas en los peores escenarios lo cual nos paraliza.

Pero la verdad, si sabes que brindas mucho más valor del que cobras, si trabajas de sol a sol y el tiempo no te alcanza para nada, ya va siendo tiempo de que subas tus precios. Finalmente, si pierdes un par de clientes, seguramente el subir tus tarifas compense eso además de brindarte algunas horas de respiro adicionales.

Comparto contigo este video con un guión que a mi siempre me ha servido cada vez que he subido mis precios. ¡No dejes de verlo!